Cuándo la máquina de coser y yo andamos de buenas, es decir, que ella funciona correctamente y que yo no quiero tirarla por inservible, entonces ocurre la magia, yo la veo como un mal novio, es una buena analogía, pero cuando andamos de romance todo fluye, ya saben a lo que me refiero.
Desde diciembre debo agradecer la compostura a mi suegra, siempre que viene le da su manita de gato (zarpazo de tigre), me la deja como nueva, y desde entonces he tenido cuidado para que siga funcionando como me la dejo.
Así un buen día me decidí a reciclar esos pantalones rotos que tenía por ahí, e hice un juego de 3 bolsitos vaqueros para niñas, uno para mi hija y otros dos para sus amigas. Pero como lo que nos gustan a todos son las fotos, ya no les canso más.
Son las pompas de un pantalón de hombre pero recortado por la mitad y cerrados con broche metálico, las azas un cordoncito de color rosa fucsia, les he adornado con piedras de fantasía y tachuelas para ropa
La segunda bolsita con piedras de fantasía y el aza de una costura del pantalón
la tercera bolsa con tachuelas y piedras, broche magnético
Este era uno de esos proyectos en mi larga lista que he tachado y me encanto jugar con los adornos, siento que las personaliza al máximo, además estamos reciclando algo que seguro iba para la basura y en tan buen estado.
Un beso y hasta el siguiente DIY
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